viernes, 9 de diciembre de 2011

La Ciencia del Compartir.

Etimológicamente hablando, la palabra COMPARTIR está cargada de fuerza, de Amor, de necesidad, de sentido grupal…
Como adaptarnos, entonces, a un concepto tan fuerte y que pase a ser, más que un concepto, la nota clave en nuestra vida, que colore y rija todas nuestras relaciones y pensamientos.

 Según la ciencia ocultista, no existe tal cosa como “materia inorgánica”. Todo tiene Vida, y la Vida fluye a través de todo lo manifestado.
El proceso evolutivo universal comprende e integra todas y cada una de las existencias manifestadas, por lo que un átomo físico, está regido por las mismas leyes que un planeta o un sistema solar. Todo es Vida.

Se dice que el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto el hombre es Dios. Un dios que va de la oficina a su casa, ama a sus hijos y a su pareja. Un dios que está atravesando la necesaria, apasionante y exigente experiencia de crecimiento que proporciona le Escuela del Mundo.

El hombre es, por lo tanto, un dios transmisor, un dios creador, un dios receptor, un dios destructor, un dios transformador, un Hombre- Dios. Objetivamente hombre, subjetivamente Alma, esencialmente Dios.

 ¿Qué compartir si la experiencia diaria es ardua y amarga, y parece que nuestro único haber son los problemas?
TODOS TENEMOS ALGO PARA COMPARTIR.

 Todas y cada una de las existencias manifestadas son aspectos y diferenciaciones de Dios. Cada una en su correspondiente y específico grado de evolución y experiencia.
De acuerdo a ese grado se manifiesta y expresa un tipo de energía divina.
El reino mineral recibe transforma y transmite un tipo de energía y su función en el esquema general forma parte del desarrollo de la totalidad. De la misma manera los reinos vegetal y animal tienen sus propias responsabilidades para con el proceso evolutivo o Plan de Dios.

El acto de compartir es una realidad activa que nos rodea e incluye, independientemente de que tengamos o no  la capacidad visual y mental para ver y comprender ese funcionamiento y esa realidad.

La energía que circula y hace posible que todo funcione, es liberada desde un centro emisor y recibida por otro centro receptor, donde es transformada e impresionada y colorada por la individualidad del centro involucrado, el cual vuelve a emitir para que otro centro reciba.
La energía esencial es impersonal, incolora y pura. Toma color y propósito una vez que pasa por un centro de fuerza quien impregna y direcciona esa energía con su esencia individual, por lo que entendemos que la propia mente, los deseos y el equipo transmisor pueden, consciente o inconscientemente, transformar la fuerza recibida en egoísta o alturista.

Como podemos hacer que estos conceptos y teorías científicas sean de utilidad en la vida cotidiana.
Todos somos centros de energía a través de los cuales circula, en menor o mayor medida, Energía Universal. Formamos parte del funcionamiento del Todo siendo un átomo desde el punto de vista universal, y un universo desde el punto de vista atómico.

TODOS TENEMOS ALGO PARA COMPARTIR, sean creaciones individuales o transformándonos en puros agentes transmisores.
La única barrera entre el corazón de uno y el corazón de un hermano es el egoísmo autogenerado y auto sustentado. Egoísmo que tiene su base centrar de operaciones en el cuerpo emocional de deseos, deseos que no incluyen a la totalidad. Los deseos pueden tomar forma de temor, ambición, inseguridad, etc… que se establecen firmemente en la mente y obligan a la personalidad a adaptarse, creando así una personalidad centralizada y ciega a las necesidades grupales que solo se fija es sus propios e insignificantes deseos y problemas.

De acuerdo a la etapa evolutiva, hay quienes tienen la fuerza y sabiduría para crear de acuerdo a las necesidades grupales, pudiendo compartir el fruto de su esfuerzo de manera específica e infalible.

Para la mayoría ese tipo de Servicio no es posible por lo que la manera de compartir y fluir tiene que basarse en una amorosa descentralización. Abrir los ojos y el corazón en cada relacionamiento y cada pensamiento. De esta manera estaremos compartiendo nuestra propia vida y equipo, proporcionando al proceso evolutivo y a Aquellos que Lo dirigen y guían un canal puro y amoroso a través del cual se transmitirá energía (necesaria) a todas las existencias vivientes y activas que nos rodean.


Hermandad Activa.