El Ego del Tomate.
Aquel que comienza a abrir los ojos, se parece a una planta de tomate que tras haber crecido algunos insignificantes centímetros por obra de la naturaleza y el paso del tiempo mismo ve a sus hermanos menores que apenas ve asomar de lo profundo de la tierra y se considera superior alejándolos de su corazón.
No tiene en cuenta su literal hermandad y, ciego como está, no se ve mas que a si mismo (si se puede decir que ve algo).
No se da cuenta que esta junto a un hermano el cuál es semejante a el, que producirá los mismos frutos o aún mas.
Materialista y egoísta producto de su ceguera e inseguridad, se aísla sin pensar que a la vuelta de la esquina puede haber otra maceta con una planta mayor y mas evolucionada que ya se encuentre produciendo frutos y por lo tanto alimentando a otros, mientras él permanece solo, aislado, soñando con “sus futuros e hipotéticos tomates”.-
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