martes, 9 de agosto de 2011

Renacimiento, responsabilidad…

Renacimiento, responsabilidad…

… cuando llegó a oídos del Maestro la noticia de que un bosque cercano había sido devastado por el fuego, movilizó inmediatamente a sus discípulos:
“Debemos replantar los cedros” dijo el Maestro.
“los cedros? Exclamó incrédulo un discípulo. “pero si tardan dos mil años en crecer…”
“Entonces debemos comenzar de inmediato”, dijo el  Maestro. “No hay tiempo que perder”.  (A. de Mello, libro “un minuto para el absurdo)

En la creencia de la Ley de Renacimiento y la profunda Fe, el Alma espera mientras el hombre trabaja incesantemente.
 Basándonos en dicha ley podemos dejar de ser atormentados por el factor Tiempo (que a todos nos persigue)
 Viviendo dicha ley no hay tiempo perdido, solo experiencias. Tampoco queda poco tiempo.
Esto permite a las personas de cierta edad (que creen avanzada) trabajar sin pensar que es tarde  en pos del crecimiento y conocimiento de su propia alma, objetivo y meta del Ser humano, demostrar en el plano físico de la vida diaria la luz inmanente como dijo el gran instructor: “deja brillar tu Luz”

 Un ser (Alma) hasta llegar a la existencia humana tal como se la vive y conoce tuvo que haber pasado por muchas experiencias previas a través de largos períodos. Como señala un axioma Kabalístico:
“Una piedra se convierte en una planta, una planta en un animal, un animal en un hombre, un hombre en un espíritu y un espíritu en un dios”
 Tal es el ciclo evolutivo según se enseña, por el que pasamos todos y adquirimos la experiencia necesaria que nos permite adaptarnos a la actual situación, con largo camino por delante.

En la práctica de la Ley de Renacimiento, siendo concientes de la existencia y funcionamiento de la misma, aumenta la responsabilidad de quien crea en el proceso evolutivo, tanto en el propio proceso como del proceso de todos los reinos “hermanos”, minerales, vegetales, animales, y demás…
 Actuando como canal para que afluya y descienda la energía hacia esos reinos inferiores uno puede contribuir con la evolución de esas almas que se encuentran en una experiencia inferior.
En la creencia de la Ley de Renacimiento y reencarnación de las almas se encararía el proceso creador con mayor responsabilidad, dándoles la posibilidad de encarnación a Almas que “tienen la necesidad” de descender a un cuerpo físico para seguir evolucionando para liberarse oportunamente.

 Podemos aprender a mirar con profundo amor a una planta o un animal que se encuentra creciendo y evolucionando en el mismo escenario que nosotros… La escuela del Mundo!

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